miércoles, 1 de julio de 2015

Chile vs. Argentina: Una inédita final

  
La Roja enfrentará ante la Albiceleste una definición que, bajo las actuales reglas, nunca se ha dado, pero que replica de cierta forma lo sucedido en 1955, edición que quedó teñida por la tragedia del Estadio Nacional.
 Argentina es el segundo equipo con el que más veces ha jugado Chile en la Copa América y con el que presenta los peores números de su historia. A esa historia y a ese rival -los albicelestes encabezados por Messi, Agüero, Tévez, Mascherano y compañía- espera doblegar la Roja para alcanzar su primera estrella en el torneo continental.

Chile ha chocado 24 veces con Argentina en la historia del certamen y el registro es, francamente, nefasto: 19 derrotas, cinco empates, ningún triunfo. Para hacer más negros los números criollos, la Roja no le anota a los transandinos desde el Sudamericano de Buenos Aires de 1959, cuando Luis Hernán Alvarez marcó el del honor en la goleada 6-1 en contra. De ahí, seis cotejos con cinco caídas y una igualdad.

Ese empate se dio, curiosamente, en Chile, donde fue la última vez que ambos se enfrentaron en instancias definitivas. En la edición 1991, la Roja y la Albiceleste se midieron bajo una torrencial lluvia en el Nacional y empataron sin goles, resultado que pavimentó la 13ª estrella argentina.

Sin embargo, fue en 1955 cuando Chile y Argentina protagonizaron lo más cercano a una final. Hay que recordar que, hasta 1967, los Sudamericanos (la denominación Copa América parte en 1975) se jugaban en formato todos contra todos, por lo que la idea de una final hay que buscarla casi 20 años más adelante.

De todas maneras, coincidió con que en ese Sudamericano, jugado íntegramente en el Estadio Nacional, chilenos y argentinos llegaran con opciones de ser campeones a la última fecha, que precisamente confrontaba a ambas naciones.

Tanto Chile como Argentina llegaban con un desempeño similar a esa última fecha. La Roja, dirigida por Luis Tirado, había goleado en la previa a Ecuador 7-0 y a Paraguay 5-0, vencido con aprietos 5-4 a Perú e igualado 2-2 con Uruguay. En tanto, los albicelestes también golearon: 4-0 a Ecuador, 6-1 a Uruguay y 5-3 a Paraguay, además de un empate 2-2 con Perú.

En el balance, ambos estaban igualados en puntos, pero Chile tenía un gol más que Argentina, por lo que la igualdad entregaba el título a la Roja. La expectación del público, por tanto, desbordó lo que la organización esperaba, dando paso a la tragedia más grande a nivel deportivo que se vivió en el recinto ñuñoíno.

La administración del estadio se encargó de la venta de entradas para el partido final el 30 de marzo y puso a disposición 59.500 boletos, 15 mil más que en fechas anteriores. La gente llegó a dormir en las afueras del estadio para no quedarse con su ticket, pero el problema fue más grave: la administración del Nacional abrió las boleterías para vender asientos un par de horas antes del cotejo, generando una estampida entre los asistentes.

Seis personas fallecieron en el lugar producto de la presión de la gente sobre las rejas, mientras que un séptimo murió en el Hospital del Salvador, una semana después.
El administrador del recinto, el mayor de carabineros Luis Bustos, fue procesado por cuasidelito de homicidio y más tarde recibió el retiro por gracia. En cancha, los albicelestes no borraron la tristeza y vencieron por la mínima, llevándose el título.

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